Si las cartas a Tito y a Timoteo son pastorales, ¿Cuál es la aplicación para todo creyente?
Es común para los creyentes que las cartas a Timoteo y Tito no sean parte de las lecturas o estudios personales, incluso no predicarse en las iglesias debido a que forman parte de las llamadas “cartas pastorales”, término que se le dio en 1703 por parte de D. N. Berdot quien observó que estaban dirigidas a aquellos comisionados en cuidar a las Iglesias, puntualmente con necesidades específicas, aquellas que requerían una autoridad apostólica, ¿pero si fueron escritas especialmente a los hermanos que lideran las iglesias?, ¿Qué aplicación tiene para los otros creyentes?, ¿se debieron publicar como un anexo de la Biblia?, por supuesto que no, 1a Timoteo 3:16 dice “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia”, tomando como base esta porción bíblica, las cartas llamadas pastorales son la Biblia también, entonces ¿Cuál es la aplicación para todo creyente?, es que cada seguidor debe contender por la fe y evitar la falsa enseñanza. Cada seguidor debe permanecer firme y perseverar en la Escritura.
La Fe y la verdad, lo vemos en los siguientes versos; 1a Timoteo 1:19 “manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto la fe algunos”, 2:4 “el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”
Otro tema es la sana doctrina, 1a Timoteo 1:10 “para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros y para cuanto se oponga a la sana doctrina”, Tito 1:9 “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen”
Las enseñanzas y comportamiento de los creyentes es otro tema incluido en las cartas pastorales, ya que los creyentes deben vivir públicamente demostrando su vida cristiana como se observa en Tito 2:1 “Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina, que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte, no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien, que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas sujetas a sus maridos para que la palabra de Dios no sea blasfemada”.
Sin duda hemos presentado tres temas de manera somera que son aplicativos a la vida de todo creyente que no necesariamente tiene el cuidado y la alimentación de las ovejas en una iglesia como el caso de los pastores.
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