¿Cuál es la principal necesidad de tu congregación cuando predicas?

 


Basaremos esta respuesta con la carta a los Hebreos 8:7 -10 

“Si el primer pacto no hubiera tenido defectos, no habría sido necesario reemplazarlo con un segundo pacto. Pero cuando Dios encontró defectos en el pueblo, dijo:

Se acerca el día, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto con el pueblo de Israel y de Judá. Este pacto no será como el que hice con sus antepasados cuando los tomé de la mano y los saqué de la tierra de Egipto. Ellos no permanecieron fieles a mi pacto, por eso les di la espalda, dice el Señor. Pero este es el nuevo pacto que haré con el pueblo de Israel en ese día, dice el Señor: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo”.

William Gouge fue un predicador puritano inglés que realizó un estudio de la carta a los Hebreos, cuando llegó a realizar su comentario al capítulo 8 versículo 10 escribió:

“Los ministros han de imitar a Dios y realizar su mejor esfuerzo para instruir al pueblo en los misterios de la santidad y enseñarles qué creer y practicar, para entonces conducirlos a obrar, de que practiquen lo que se les enseñó. De otra manera es posible que su labor sea en vano. El no hacer esto es una de las razones principales por las cuales muchos hombres caen en tantos errores como lo hacen en estos días”.

La principal necesidad de tu congregación cuando tú predicas es su santidad, primero entendiéndose y posteriormente poniéndola en obra, no es lo que desean escuchar, lo que los anime, lo que los entretenga, lo que está de moda, de lo contrario se levantaría la alarma de 2a Timoteo 4:3  “Llegará el tiempo en que la gente no escuchará más la sólida y sana enseñanza. Seguirán sus propios deseos y buscarán maestros que les digan lo que sus oídos se mueren por oír”. 

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