¿Basta con confiar en la guía del Espíritu Santo para enseñar o predicar, se puede enseñar lo que no se sabe?
Seguramente usted ha oído hablar de Charles Haddon Spurgeon, quien fuera el más noble de los predicadores del siglo diecinueve. El dijo lo siguiente a sus estudiantes: “Si ha de haber un resultado divino de la Palabra de Dios, el Espíritu Santo debe acompañarlo. Así como Dios iba frente a los hijos de Israel cuando dividió el Mar Rojo y los guió a través del desierto mediante la nube y el fuego, así también debe acompañar la poderosa presencia del Señor a su Palabra si ha de haber bendición alguna de ella” (Un ministerio global, Pilgrim, Pasadena, Texas, 1973, p. 339). En otras palabras, no podemos entender la revelación de la Palabra de Dios, sin la intervención del Espíritu Santo, sin embargo debemos conocer que la Iluminación , no es lo mismo que Revelación o la Inspiración . La iluminación no da una nueva revelación, la revelación está en la poderosa Palabra de Dios, en la Biblia, pero la Iluminación nos capacita para comprender su verdad, sin la iluminación no p...